Tejidos
Existen dos variedades de tejido óseo atendiendo a sus características macroscópicas: tejido óseo compacto y tejido óseo esponjoso o laminar.
El tejido óseo compacto
Está formado por una masa ósea compacta sin espacios. Lo encontramos en la porción más externa de todos los huesos y en la mayor parte de la diáfisis de los huesos largos, es decir, forma la capa más externa de todos los huesos. Brinda protección y sostén.
Además, está formado por unidades llamadas sistemas de Havers o osteonas. Estos a su vez constan de:
El tejido óseo compacto
Está formado por una masa ósea compacta sin espacios. Lo encontramos en la porción más externa de todos los huesos y en la mayor parte de la diáfisis de los huesos largos, es decir, forma la capa más externa de todos los huesos. Brinda protección y sostén.
Además, está formado por unidades llamadas sistemas de Havers o osteonas. Estos a su vez constan de:
El tejido óseo esponjoso
Está constituido por finas trabéculas que se entrecruzan dando lugar a un entramado en forma de red, cuyos espacios están intercomunicados y albergan la médula ósea roja. Este tipo de tejido óseo lo encontramos en la porción central de los huesos planos y en las epífisis de los huesos largos.
A diferencia del hueso compacto, el hueso esponjoso no contiene osteones por lo que, en este caso, los vasos sanguíneos penetran directamente en el hueso esponjoso y permiten el intercambio de nutrientes con los osteocitos.
Está constituido por finas trabéculas que se entrecruzan dando lugar a un entramado en forma de red, cuyos espacios están intercomunicados y albergan la médula ósea roja. Este tipo de tejido óseo lo encontramos en la porción central de los huesos planos y en las epífisis de los huesos largos.
A diferencia del hueso compacto, el hueso esponjoso no contiene osteones por lo que, en este caso, los vasos sanguíneos penetran directamente en el hueso esponjoso y permiten el intercambio de nutrientes con los osteocitos.
El tejido cartilaginoso
Además de estas dos variedades aparece el tejido cartilaginoso. El tejido cartilaginoso es una variedad especial de tejido conjuntivo que está constituido
principalmente por la matriz cartilaginosa, semejante a un gel, en la cual sus células, los condrocitos, se sitúan en pequeñas cavidades denominadas lagunas. El cartílago es un tejido de consistencia coloidal, flexible, que posee resistencia elástica a la presión. Está desprovisto de vasos sanguíneos y linfáticos, y generalmente se encuentra rodeado por una capa de tejido conjuntivo denso, el pericondrio, excepto en los lugares en que se halla en contacto con el líquido sinovial de las articulaciones. Existen tres tipos de cartílago: hialino, elástico y fibroso, los cuales se diferencian fundamentalmente por la cantidad de sustancia amorfa que presentan y por el tipo de fibra que predomina en la matriz cartilaginosa.
Además de estas dos variedades aparece el tejido cartilaginoso. El tejido cartilaginoso es una variedad especial de tejido conjuntivo que está constituido
principalmente por la matriz cartilaginosa, semejante a un gel, en la cual sus células, los condrocitos, se sitúan en pequeñas cavidades denominadas lagunas. El cartílago es un tejido de consistencia coloidal, flexible, que posee resistencia elástica a la presión. Está desprovisto de vasos sanguíneos y linfáticos, y generalmente se encuentra rodeado por una capa de tejido conjuntivo denso, el pericondrio, excepto en los lugares en que se halla en contacto con el líquido sinovial de las articulaciones. Existen tres tipos de cartílago: hialino, elástico y fibroso, los cuales se diferencian fundamentalmente por la cantidad de sustancia amorfa que presentan y por el tipo de fibra que predomina en la matriz cartilaginosa.