Histología
Antes de hablar de las células que forman el tejido óseo que es conjuntivo, es necesario hablar de la matriz de estos tejidos. Los huesos tienen una matriz abundante, y células muy separadas entre sí.
La matriz está formada por:
La matriz está formada por:
- Agua: 25% del peso total del hueso vivo, de la cual el 85% se encuentra en la matriz orgánica y celdillas de hidratación que rodean a los cristales.
- 25% de fibras proteínicas (90% colágeno)
- 50% de sales minerales cristalizadas. Las sales minerales se depositan y cristalizan sobre una estructura formada por la fibras de colágeno de la matriz extracelular favoreciendo el endurecimiento del hueso.
- Células osteógenas: son células madre, no especializadas, con capacidad de división; sus células hijas son los osteoblastos; se localizan en la porción interna del periostio y del endostio. Los osteoblastos son de gran importancia ya que son unas células diferenciadas formadoras de hueso que secretan la matriz ósea. Se asemejan al fibroblasto y condroblasto con respecto a la capacidad de dividirse. Estas secretan el colágeno y la sustancia fundamental que constituyen el hueso inicial no mineralizado u osteoide. También son responsables de la calcificación de la matriz mediante de la secreción de pequeñas vesículas matriciales las cuales tienen gran cantidad de fosfatasa alcalina. Los osteoblastos tienen forma cuboide o poliédrica y son de agrupación monoestratificada. Los osteoblastos se comunican con otros osteblastos y con osteocitos por medio de prolongaciones citoplasmáticas o nexos, para establecer comunicación con el tejido óseo.
- Osteocitos: son las células maduras principales del tejido óseo; derivan de los osteoblastos, es decir, cuando estos quedan incluidos en la masa mineroorgánica del hueso se convierten en osteocitos. Su forma es estrellada e intercambian nutrientes con la sangre. (sufijo cito indica células constituyentes de los tejidos)
- Osteoclastos: son células muy grandes, formadas por la fusión de 50 monocitos, ubicadas en el endostio; producen destrucción del hueso por medio de enzimas lisosómicas para permitir el desarrollo, crecimiento, mantenimiento y reparación normales del hueso (el sufijo clasto indica destrucción)
Las células y la dinámica del hueso
Los huesos de los niños y los adolescentes son más pequeños que los de los adultos y cuentan con "zonas de crecimiento" denominadas placas de crecimiento. Estas placas están conformadas por columnas de células de cartílago que se multiplican, aumentan su longitud y, más tarde, se convierten en hueso mineralizado duro. Estas placas de crecimiento son fáciles de detectar en una radiografía.
Dado que las niñas maduran antes que los niños, sus placas de crecimiento se transforman en hueso duro a una edad más temprana. La construcción de tejido óseo es continúa a lo largo de la vida, ya que nuestro cuerpo renueva y da forma constantemente al tejido vivo de los huesos.
El crecimiento y adaptación de los huesos esta a cargo de los osteoblastos, que forman nuevo tejido y reparan los daños y los osteoclastos, que eliminan tejido óseo. De la combinación de los dos tipos de células anteriores se mantienen los huesos en condiciones óptimas, se sueldan fracturas o fisuras y se adaptan a nuevas necesidades. Los osteoclastos son sumamente activos en los niños y adolescentes pues con el crecimiento se modifica la estructura de los huesos.
Dado que las niñas maduran antes que los niños, sus placas de crecimiento se transforman en hueso duro a una edad más temprana. La construcción de tejido óseo es continúa a lo largo de la vida, ya que nuestro cuerpo renueva y da forma constantemente al tejido vivo de los huesos.
El crecimiento y adaptación de los huesos esta a cargo de los osteoblastos, que forman nuevo tejido y reparan los daños y los osteoclastos, que eliminan tejido óseo. De la combinación de los dos tipos de células anteriores se mantienen los huesos en condiciones óptimas, se sueldan fracturas o fisuras y se adaptan a nuevas necesidades. Los osteoclastos son sumamente activos en los niños y adolescentes pues con el crecimiento se modifica la estructura de los huesos.